Hay grandeza en esta
concepción de la vida,... que mientras este planeta ha ido girando según la
constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando,
a partir de un comienzo tan sencillo, infinidad de formas cada vez más bellas y
maravillosas
Charles Darwin
Charles Darwin (1809-1882) nació el año en que Lamarck publicó su teoría evolutiva . Su abuelo Erasmus Darwin, era evolucionista y había publicado sus ideas unos años antes que el propio Lamarck.
En el tiempo de Darwin las especies se consideraban entidades fijas e inmutables; representaban a un tipo platónico, la idea perfecta de la mente de su creador. Las diferencias en la forma, en la conducta, o en la fisiología de los organismos de una especie no eran más que imperfecciones, errores en la materialización de la idea de la especie. Para Darwin, la variación individual, lejos de ser superficial, es la piedra angular de la evolución. La variación en el seno de las especies es lo único real , a partir de la que se va a crear toda la diversidad biológica. Son las diferencias existentes entre los organismos de una especie las que, al extenderse en el espacio y en el tiempo, producirán nuevas poblaciones, nuevas especies, y por extensión, toda la diversidad biológica.
A los 22 años, Darwin embarcó como naturalista en un barco de la armada británica ,el Beagle, en el que durante cinco años daría la vuelta al mundo.
Al zarpar en el Beagle , Darwin no tenía motivos para poner en duda que las especies vegetales y animales se habían conservado inmutables desde la Creación, tal como se creía en su época. Sus observaciones en las Islas Galápagos han desempeñado un papel importante en la elaboración de su modelo de los mecanismos de transformación de las especies.
Cuando llega a la Isla de San Cristóbal se fija especialmente en las tortugas y los pinzones. Estas aves, como resolverá una vez que llega a Inglaterra con la ayuda del ornitólogo John Gould, constan de catorce especies en las islas, todas semejantes a las del continente, pero con fisonomías y hábitos diferentes
El vicegobernador, M. Lawson, señala a Darwin un hecho que será muy importante: cada especie procede de una isla diferente. Pensó que todas estas especies era como si estuvieran emparentadas entre sí con un antepasado común, y hubiesen cambiado su apariencia física para explotar con mayor eficacia la variedad de recursos alimentarios de las islas. Escribió: "Cabe imaginar que, a partir de la escasez de aves de este archipiélago, se aprovechó una especie con fines diversos". Así, las catorce especies de pinzones de las Galápagos se han transformado a partir de una especie llegada del continente, que se había difundido por las islas. En cada isla, las aves habrían experimentado transformaciones propias en función de los problemas particulares hallados.
Cuando regresó a Inglaterra en 1836, las observaciones que había realizado por todo el mundo le habían convencido de que las especies evolucionaban con el paso del tiempo y que a veces se extinguían. Incluso llegó a dudar de que la Creación fuera un hecho histórico.
Tardaría varios años en madurar su teoría evolutiva y algunos más en decidirse a publicarla. La llegada de una carta del naturalista americano Alfred Wallace, en la que le comentaba unas ideas evolucionistas similares a las suyas, le hizo, en 1859, publicar su obra cumbre,” El origen de las especies por selección natural" .
La lucha por la supervivencia, y su consecuencia: la selección natural son la piedra angular de la teoría de la evolución de Darwin. Todos los organismos tienen pequeñas variaciones, las variaciones útiles se mantendrán porque ayudarán a sus poseedores a sobrevivir y reproducirse, aventajando a los que no poseen dichas variaciones. Según palabras textuales del propio Darwin: "He llamado selección natural a esta conservación de las diferencias y de las variaciones individuales favorables y a esta eliminación de las variaciones nocivas".
Darwin utilizó la expresión "selección natural" para subrayar las analogías y diferencias entre este proceso y la selección artificial realizada por los criadores dedicados a la mejora de animales. Estos criadores eligen para la reproducción los individuos con las características consideradas idóneas (mayor producción de carne, leche, etc.).
Para Darwin, en la naturaleza hay una selección permanente pero quien la realiza es la propia naturaleza.
Como Lamarck , Darwin había constatado que todos los organismos se encuentran maravillosamente adaptados a su medio (si no lo estuvieran no podrían sobrevivir) pero el procedimiento de adaptación que proponía era radicalmente diferente.
• Para Lamarck el medio producía en los organismos el tipo de cambio más adecuado. La evolución sería finalista o teleológica, es decir tendría un determinado objetivo y una vez iniciada podría determinarse el final. Por ejemplo, la adaptación al agua de un mamífero como un antepasado del delfín conduciría necesariamente a la transformación de sus extremidades en aletas similares a las de los peces o la necesidad o el deseo de alcanzar una jirafa las ramas más altas hace que se desarrolle el cuello, característica que transmitirá a sus descendientes.
• Para Darwin, sin embargo, el medio solo puede ''elegir” las opciones más ventajosas entre aquellas que ,la variabilidad de los individuos le proporciona.
La adaptación por tanto, no sería un acto voluntario del organismo ni algo inducido por el medio sino seleccionado por el medio. Así, la transformación de las extremidades de los antepasados del delfín en aletas sería el resultado de seleccionar aquellos cambios que proporcionaban a sus portadores ventajas natatorias, pero el final nunca está decidido previamente. Por eso las extremidades de otros mamíferos marinos, como las focas, han seguido un proceso diferente a las del delfín o las jirafas con el cuello ligeramente más largo las que tienen acceso al alimento, y por lo tanto es más probable que sobrevivan y se reproduzcan.
La imposibilidad de demostrar que el uso o desuso de un órgano fuera heredable hizo descartar la teoría de Lamarck o Lamarckismo también conocida como de herencia de los caracteres adquiridos.
La selección natural provoca la evolución, porque nuevas variaciones útiles van sustituyendo a las anteriores, de tal manera que los organismos se van modificando, es decir, evolucionan.
Las ideas básicas de la teoría evolutiva de Darwin son:
• Nacen más individuos de cualquier especie de los que pueden sobrevivir. Los recursos del medio (alimento, refugio, etc.) son siempre limitados. En consecuencia, no todos sobrevivirán. Así la capacidad reproductiva de los conejos permitiría que invadiesen todas las tierras si dispusieran de alimento ilimitado y careciesen de depredadores.
• Entre los Individuos de cualquier especie existen variaciones o diferencias heredables. Por ejemplo, en una población de conejos unos son más veloces que otros.
• Se produce una selección natural. Si nacen más individuos de los que pueden sobrevivir y no todos son iguales, sobrevivirán aquellos que sean más aptos, es decir, los que posean alguna variación que le proporcione cierta ventaja con respecto a otros. Así, los conejos más veloces sobrevivirán al ataque de sus depredadores.
• La población cambia gradualmente. Los individuos que sobreviven son los que tienen descendencia y a ella le transmitirán la variación ventajosa. De este modo, cada vez habrá más individuos de la población con esta variación. Como consecuencia, la población cambiará continua y gradualmente.
CONSECUENCIAS SOCIALES Y CIENTÍFICAS.
A.- Consecuencias socialesPara comprender hasta qué punto Darwin era perfectamente consciente de la polémica que sus ideas iban a desencadenar, hay que tener en cuenta su propia trayectoria personal e intelectual. Al fin y al cabo, en su juventud el 'padre de la evolución' estudió teología en la Universidad de Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote de la Iglesia Anglicana, y no cuestionaba la validez de la Biblia como fuente sagrada para explicar el origen del mundo. Sin embargo, a lo largo de los años, y sobre todo tras la experiencia transformadora que vivió durante su aventura científica a bordo del Beagle, la fe de Darwin se fue erosionando ante el cúmulo de evidencias que contradecían todas las verdades supuestamente incuestionables del Libro del Génesis.
Su esposa Emma Wedgwood era una mujer profundamente religiosa y Darwin no quería herir sus sentimientos, aunque Emma estuvo al corriente en todo momento de la travesía intelectual que estaba emprendiendo su marido.
La población en general seguía las directrices religiosas referidas en el Génesis sobre el origen de la vida y la creación de las especies, lo que actualmente se conoce como Creacionismo, en el que todas las especies, animales y vegetales fueron creadas por Dios en un momento único y tal como hoy las conocemos. Pero dentro de la minoría instruida ya existía un importante grupo de científicos para los que estaba suficientemente claro que esto no era así, sino que las especies estaban sujetas a variaciones en el tiempo que las hacía aparecer, desarrollarse, y extinguirse, o transformarse en otras, es decir, evolucionar.
Como era de esperar, la publicación de 'El Origen de las Especies' en 1859 desató un escándalo descomunal en la sociedad británica, y Darwin tuvo que sufrir la humillación de ver su inconfundible rostro barbudo caricaturizado sobre el cuerpo de un mono.
Muchos entendieron que la teoría de Darwin suprimía la diferencia fundamental entre los humanos y los animales. Al mismo tiempo, las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Anglicana denunciaron que la Teoría de la Evolución constituía la visión más degradante del ser humano jamás concebida, y alguno incluso llegó a compararle con la serpiente del Jardín del Edén, por intentar pervertir a la sociedad británica con sus «ideas perversas».
Herbert Spencer, un filósofo contemporáneo de Darwin, promovió la idea de lo que él llamó darwinismo social, que aplicaba la teoría de selección natural a asuntos sociales, políticos y económicos.
En su forma más simple, el darwinismo social seguía el lema de "supervivencia del más apto" relacionado con todos los asuntos humanos. Spencer formuló su teoría cuando las estructuras tecnológicas, económicas, militares y políticas de los gobiernos de los "europeos blancos" eran muy avanzadas en comparación con otras culturas. Este hecho sirvió para argumentar que la selección natural estaba tomando parte y que la raza más apta estaba ganando la competencia. Algunos incluso llegaron a afirmar que los programas de bienestar social que ayudaban a los pobres eran contrarios a los designios de la naturaleza: las clases bajas eran los individuos más débiles de la sociedad y por ello estaban destinados a desaparecer; en el mejor de los casos, no debían mezclarse con los poderosos y ricos, ya que se reduciría la superioridad biológica de estos últimos.
La idea de pensamiento del darwinismo social sirvió naturalmente como justificación científica para una de las grandes tragedias de la humanidad: el holocausto nazi. Los miembros del Partido Nazi (Nacional Socialista Alemán), seguidores de Adolfo Hitler, aseguraban que el asesinato de judíos, gitanos y otros grupos, llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, era en realidad una eliminación de individuos biológicamente inferiores. La cruzada de Hitler para exterminar grupos humanos estaba fundada en una interpretación muy particular de la teoría evolucionista darwiniana. Muchos otros dictadores y criminales han recurrido al darwinismo social como causa y justificación de sus actos, probando que ésta resultó ser una idea muy peligrosa.
B.- Consecuencias científicas.
Darwin confesó en su libro que no tenía ninguna prueba directa a favor de su teoría, sólo analogías y posibles ejemplos derivados de la naturaleza
Lo que a Darwin siempre le faltó fueron las pruebas de las formas de transición entre los organismos unicelulares y los multicelulares, entre los reptiles y los mamíferos, y entre los simios y los hombres, por nombrar sólo a unos pocos. Él llegó a preguntarse: “¿Por qué, entonces, no está atestado de eslabones intermedios cada formación geológica y cada estrato?
Si la teoría de Darwin fuera correcta, deberían existir millones de formas de transición: plantas y animales en diferentes estados de transformación entre una clase de criaturas y otra, debido a la mutación y la selección natural.
Muchos años después de Darwin, la genética y la biología molecular muestran que la teoría del origen común tiene respaldo en el análisis genético.Los biólogos moleculares han comparado la secuencia de proteínas que se encuentran en todos los organismos y que cumplen la misma función y han encontrado un gran apoyo al origen común, que ni Darwin pudo imaginar en su tiempo.
La otra teoría de Darwin, la selección natural -uno de los mecanismos de la evolución- ha sido confirmada como una fuerza natural que partiendo de la diversidad genética de las poblaciones logra adaptar las especies a su medio ambiente. La selección natural ha sido observada actuando en varias especies. Son casos famosos la creación de resistencia de diversos microorganismos a los antibióticos, la resistencia desarrollada por varios tipos de insectos a los insecticidas, el cambio de color de las polillas del abedul...
Investigaciones posteriores han mostrado también que además de la selección natural hay otros mecanismos que juegan un papel en la evolución como la deriva genética.
Puesto que la ciencia no sabe de dogmas, lo más correcto debería ser pensar en la evolución como un hecho científicamente bien establecido, pero que, como tal, siempre puede ser puesto a prueba a la luz de cada hallazgo nuevo.